Washington, D.C. – La Presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Tracy Robinson, estuvo en Colombia, donde visitó las ciudades de Cali, Bogotá y Cartagena, del 29 de septiembre al 3 de octubre de 2014 en su calidad de Relatora sobre los Derechos de las Mujeres y Relatora sobre los Derechos de las Personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (LGBTI). Este viaje a Colombia tenía dos objetivos principales. Uno era obtener información sobre los retos que enfrentan las mujeres en el acceso a información completa, accesible, confiable y oportuna manejada por el Estado en los campos de violencia y discriminación, a fin de incluir esta información en un informe regional que está preparando la Relatoría sobre los Derechos de las Mujeres. Se prestó especial atención a la situación de las mujeres afrodescendientes. El segundo objetivo principal era reunirse con organizaciones, defensores y defensoras de los derechos humanos de las personas LGBTI con objeto de recibir información acerca de los principales avances y desafíos con respecto a la situación de los derechos humanos de estas personas en Colombia. La información recibida en este contexto servirá de base para el informe regional que está preparando la Relatoría sobre los Derechos de las Personas LGBTI sobre la situación de violencia que viven estas personas.
La delegación se reunió con Carlos Arturo Morales López, Viceministro de Asuntos Multilaterales, y Guillermo Rivera, Consejero Presidencial para los Derechos Humanos. La delegación solicitó formalmente reuniones con autoridades estatales en Cali, Bogotá y Cartagena en relación con sus dos objetivos principales. La Presidenta y Relatora para los Derechos de las Mujeres y de las Personas LGBTI lamenta que el Estado no haya accedido. Se informó a la delegación que, debido a la transición en las autoridades estatales encargadas de derechos humanos, no sería posible llevar a cabo tales reuniones.
Una vez más, la delegación quedó sorprendida con las enormes diferencias en el ejercicio y el goce de los derechos humanos por las mujeres y las personas LGBTI en la capital, Bogotá, en comparación con el resto del país, donde la situación es mucho más precaria. Estas diferencias se tornan más evidentes al comparar la situación de defensores y defensoras, líderes y lideresas comunitarias dentro y fuera de Bogotá. Asimismo, durante las reuniones se informó a la delegación sobre casos concretos de discriminación contra mujeres y personas LGBTI que también son afrodescendientes, personas desplazadas internamente, niños, niñas y jóvenes, personas privadas de libertad, defensores y defensoras y personas con discapacidad.
En relación con los derechos de las mujeres, la delegación de la CIDH viajó a las ciudades de Cali, Bogotá y Cartagena, donde se reunió con más de 50 mujeres y organizaciones de la sociedad civil. La delegación de la CIDH organizó dos eventos en Cali, uno académico y el otro público, a fin de dar a conocer el precedente jurídico del sistema interamericano sobre los derechos de las mujeres y el acceso a información.
Durante las reuniones, la delegación de la Comisión Interamericana escuchó numerosos relatos de las barreras que enfrentan las mujeres en Colombia, en particular las mujeres afrodescendientes, para obtener información básica del Estado, que es necesaria para el ejercicio de sus derechos humanos. Observó la existencia de un marco jurídico y de política pública para abordar los problemas de violencia y discriminación. Sin embargo, informaron que existe una gran distancia entre este marco y su aplicación en el ámbito del acceso a información. Las víctimas, sus familiares y las organizaciones que las representan se enfrentan con grandes obstáculos para obtener información sobre cómo el sistema judicial está procesando los casos de violencia, el funcionamiento del proceso judicial en general y los métodos para valerse de las garantías básicas y los mecanismos de protección disponibles en las leyes.
Se informó también a la delegación acerca de los vacíos en los sistemas del Estado para recopilar estadísticas sobre el tema de la violencia contra las mujeres, la falta de coordinación interinstitucional con este fin en la estructura gubernamental y la necesidad de desglosar esas estadísticas por raza, etnicidad, edad, discapacidades y otros factores. Estas barreras son particularmente graves en el caso de las mujeres con discapacidades, con VIH y que viven en zonas rurales. La Relatora reitera que el acceso a información es fundamental para el ejercicio de todos los derechos humanos de las mujeres, entre ellos el derecho a vivir una vida libre de violencia y discriminación y el derecho a la verdad, justicia y reparación.
Alarmó sobremanera a la Relatora la información recibida que confirmó el efecto pernicioso del conflicto armado en la integridad, la vida y los territorios de las mujeres afrodescendientes. Estas mujeres todavía se ven afectadas por la discriminación y el racismo persistentes, suelen vivir en extrema pobreza y enfrentan barreras diariamente en el ejercicio de sus derechos a la educación, la salud y el empleo, entre otros. Constituyen un porcentaje elevado de las personas desplazadas en Colombia, problema que incide negativamente en sus derechos individuales y colectivos, infringe en su relación con la tierra, interfiere en sus tradiciones y su cultura y desintegra las formas tradicionales de organización social y familiar.
Mujeres afrodescendientes de todas las edades hablaron con la delegación de la CIDH, que relataron también actos de violencia física, psicológica y sexual perpetrados contra ellas durante el conflicto armado por diferentes actores, en particular el uso de la violación para silenciar el trabajo de las lideresas y defensoras de derechos humanos, agregando que la mayoría de estos actos quedan en la impunidad. La Relatora recuerda al Estado su obligación de tener en cuenta las múltiples formas de discriminación que enfrentan regularmente las mujeres afrodescendientes por razones de sexo, raza y condición de pobreza y de facilitar su participación en la elaboración de leyes e intervenciones relativas a sus derechos humanos. La Relatora quisiera asimismo subrayar la necesidad de actuar con la debida diligencia para abordar todas las formas de violencia contra las mujeres, incluidas las perpetradas por agentes estatales y no estatales, y de ofrecer reparación a las víctimas con una perspectiva de género.
Con respecto a la situación de los derechos de las personas LGBTI, la delegación se reunió con más de 60 personas LGBT, defensores, defensoras y activistas de los departamentos de Amazonas, Antioquia, Atlántico, Bolívar, Cauca, Cesar, Córdoba, La Guajira, Magdalena, Nariño, Putumayo, Quindio, Risalda, Sucre y Valle del Cauca, así como de la ciudad de Bogotá. Asimismo, el 2 de octubre de 2014, la Presidenta y Relatora Tracy Robinson participó en un panel público realizado en Cartagena sobre los derechos humanos de las personas LGBT, junto con representantes estatales de la Unidad de Víctimas y del Centro Nacional de la Memoria Histórica. Por último, la delegación ofreció un curso de medio día sobre el sistema interamericano de derechos humanos en Cartagena.
En lo que respeta a la situación de los derechos humanos de las personas LGBT en el contexto del conflicto armado, la delegación recibió información preocupante sobre el desplazamiento forzado de personas LGBT, particularmente en las zonas del país más afectadas por la presencia de grupos armados, incluidos relatos de actos perpetrados por paramilitares y grupos armados ilegales dirigidos específicamente a personas LGBT debido a su orientación sexual y a su identidad y expresiones de género. Causan especial preocupación a la Relatora las denuncias de amenazas contra personas LGBT, defensores y activistas efectuadas por estos grupos armados por medio de mensajes de texto y panfletos, entre otros. En conexión con ello, la Relatora está preocupada por las denuncias de que los mecanismos internos de protección no son eficaces para salvaguardar la vida y la integridad personal de líderes y lideresas comunitarias y activistas LGBT que no están comprendidos en la definición aceptada de "defensores" o "defensoras".
Además, la delegación recibió información preocupante sobre actos de violencia perpetrados por grupos armados, como asesinatos, secuestros, golpizas, heridas de bala y otros ataques, en particular contra mujeres trans y hombres gay, y varios casos de violaciones "correctivas" de mujeres lesbianas con la finalidad de castigarlas por su orientación, a menudo perpetradas a propósito frente a sus parejas. En ese sentido, la Relatora desea recalcar que los Estados tienen la obligación de prevenir las violaciones de derechos humanos cometidas por terceras personas, entre ellos grupos armados ilegales, particularmente si el Estado conoce o debería conocer el riesgo y puede implementar medidas de protección.
Además, la Relatora manifiesta su preocupación por la falta de una política pública integral con respecto a los derechos de las personas LGBTI, así como la ausencia de una ley de identidad de género. La delegación recibió información sobre supuestos actos de la Procuraduría General orientados a socavar los derechos de las personas LGBT. La delegación recibió información preocupante sobre casos de abuso policial, como actos de violencia física, detenciones ilegales y arbitrarias e interferencia indebida en el derecho de las personas LGBT, particularmente las personas trans, a la libertad de circulación. Preocupa a la Relatora la información recibida acerca de la discriminación en el acceso a empleo, educación y a servicios de salud de las personas trans. Por último, la Relatora continúa preocupada por la información sobre la discriminación y el hostigamiento escolar (matoneo o bullying) con que se enfrentan niños, niñas, adolescentes y personas jóvenes adultas en los sectores primario, secundario y terciario de la educación debido a su orientación sexual percibida o real o a su identidad de género. Asimismo, se informó a la delegación sobre la inclusión de la homosexualidad en los manuales escolares como motivo de expulsión y la supuesta falta de reglamentación estatal en este sentido. Aunque la Corte Constitucional de Colombia ha avanzado mucho en el reconocimiento de los derechos humanos de todas las personas sin distinción –incluyendo a través de la emisión de una sentencia que impide que se solicite la libreta militar, la cual es obligatoria para hombres, a mujeres trans cuando buscan acceder a un empleo– le preocupa a la Relatora la información recibida sobre la falta de una implementación efectiva de estas decisiones. La Relatora desea destacar que el Estado tiene la obligación de prevenir y garantizar los derechos humanos de todas las personas, sin distinción por razones de orientación sexual e identidad de género.
En la intersección de los asuntos de raza, género y orientación sexual, la delegación escuchó el relato de una joven afrodescendiente quien, después de decirle a su padre que era lesbiana a los 11 años de edad, fue violada durante 14 años por los amigos de su padre, a raíz de lo cual tuvo cinco hijos. Afirma que no le dieron información sobre servicios de salud o el acceso a la justicia. Cuando logró escapar, fue violada varias veces por grupos armados ilegales, con frecuencia frente a sus parejas, para castigarla por su orientación sexual. En consecuencia, fue desplazada internamente varias veces. La Relatora desea recalcar que los Estados deben actuar con la debida diligencia para prevenir e investigar estas serias violaciones de a los derechos humanos y garantizar que las mujeres tengan acceso a la justicia y a servicios de salud disponibles, lo cual es clave para el ejercicio de su derecho a vivir una vida libre de violencia sexual.
Con respecto al componente de la visita relacionado con los derechos de las mujeres, la Relatora agradece el apoyo proporcionado por la Agencia de Cooperación para el Desarrollo Internacional de Suecia (ASDI-SIDA), que hizo posible esta visita. Asimismo, la Relatora desea agradecer el apoyo del Colectivo de Mujeres del Proceso de Comunidades Negras, Kuagro Ri Changaina Ri PCN y la Corporación Sisma Mujer. En cuanto al componente de la visita relacionado con las personas LGBTI, la Relatora desea agradecer el apoyo de las organizaciones Corporación Caribe Afirmativo y Global Rights. La Relatora desea agradecer asimismo a la Unidad de Víctimas de Colombia por haber posibilitado la participación de numerosos activistas LGBT en una reunión con la delegación. La Relatora también agradece al Estado el apoyo logístico proporcionado durante el viaje. Por último, la Relatora desea agradecer a todas las personas que viajaron desde distintas regiones de Colombia y se reunieron con la delegación de la CIDH, para compartir sus historias casos y relatos del impacto del conflicto armado en sus vidas.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 118/14
Claudia Quintero
Defensora de Derechos humanos
Comunicadora para la paz
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