“La indiferencia te hace cómplice” Johan Guisse

 


Johan Guisse Pinedo, director del Área Legal de la Red Peruana contra la Pornografía Infantil, Consultor para el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo – 2007, Gobierno Regional de Piura – Asesor de Presidencia,  compartió una exposición didáctica y elocuente que tuvo una excelente acogida por parte del público presente. Desde el inicio, Guisse Pinedo aclaró que este flagelo "no sucede en un mundo lejano. Esto pasa a diario". Y explicó que la Trata de Personas es un delito definido como la esclavitud del nuevo siglo. Es un crimen que "suprime e irrumpe la dignidad del ser humano. Convierte a la persona en un bien mueble, trasladable, que se puede vender y alquilar".

El Protocolo Facultativo sobre Derechos del Niño define la pornografía infantil como "toda que "toda representación, por cualquier medio, de un niño dedicado a actividades sexuales, reales o simuladas, o toda representación de las partes genitales de un niño con fines primordialmente sexuales".

La pornografía infantil es considerada un delito trasnacional. Y, para que sea definido como tal, debe cumplir con una serie de tipificaciones: por ejemplo, es necesario que la víctima sea menor de 18 años, que la misma sea reconocida; representación real y visual del material; el material debe contener conducta sexual explícita. El profesional se refirió a las conductas que son reprimidas en los delitos de pornografía infantil: por ejemplo, la difusión y promoción de imágenes pornográficas infantiles por parte de organizaciones y particulares; las producciones cinematográficas y los materiales inéditos como filmaciones desde un celular, etc.

Guisse Pinedo aclaró que "los materiales privados o amateurs son los más costoso y brutales". Y explicó que, desde el conocido caso Osborne vs Ohio (EE.UU - 1990), quien descarga material de pornografía comete delito. "Hay que destruir las imágenes (pornográficas) para que no existan las redes". Se trata de un delito permanente: cada vez que se abre una imagen de éstas, se vuelve a victimizar al niño/a. Estas imágenes tienen el claro objetivo de seducir a los menores y fomentar la pedofilia. "La posesión de una fotografía o video de un menor explotado nos convierte en delincuentes", sentenció el abogado. "Para eso, debemos tener ánimo de carga, de conservación, de visualización y utilización". 

Guisse Pinedo aportó un dato que explica las razones de una lucha compleja y desigual: la explotación sexual infantil "es tan rentable como el tráfico de drogas y de armas". Sin embargo, la sociedad civil colabora, de manera involuntaria, en el sostenimiento de este flagelo: "Es fácil obtener material de pornografía infantil: nosotros contribuimos a este delito con nuestras conductas. Facilitamos a los pedófilos la captación de material pornográfico infantil", explicó el profesional, en alusión al mal uso que la sociedad civil hace de las redes sociales como Facebook. "¿Cómo contacta el ciberdelincuente a sus víctimas?", preguntó Pinedo a la audiencia. "Nosotros le damos las herramientas a través de las redes sociales. Vivimos un tiempo de enorme necesidad de comunicar lo que hacemos. Nos angustiamos si no lo hacemos. Ya es un problema de salud  mental". El profesional insistió en las conductas de riesgo que se despliegan en el uso del Facebook: "Éste es usado por personas de baja autoestima y narcisistas", consideró Guisse Pinedo. "Hay una incontrolable necesidad de mostrarse. Publicar nuestras vidas se asocia al éxito. Esto nos vuelve vulnerables. Colombia y Perú son los países que tienen más víctimas de Grooming por la sobreexposición" en las redes sociales.

Guisse Pinedo explicó que, en sus orígenes, el Grooming fue definido como acoso sexual progresivo de un adulto hacia un menor con fines de explotación sexual. Sin embargo, hoy se trata de un concepto más amplio: "Grooming es el acoso sexual progresivo y sistemático, planificado para sexualizar, desinhibir y someter al niño/a". Y explicó que, en la actualidad, la sociedad vive una escalada del Grooming: el ciberdelincuente "contacta al menor y se gana su confianza convirtiéndose en su mejor amigo virtual,  sexualiza la relación generando un contexto de desinhibición, donde el menor habla de sexo sin problemas. El adulto lo somete paulatinamente a su voluntad hasta que el niño queda encerrado en el círculo del ciberdelincuente. Y así es como obtiene el material pornográfico". Se trata de un círculo inacabable ya que el niño se transforma en un aportante de nuevas víctimas a través de la red. "El pedófilo distribuye su material: se basa en programas que se prestan para ello para no ser ubicado".

Finalmente, Guisse Pinedo se refirió a un caso emblemático sobre este tema que lo tuvo a él como abogado de los padres de un niño que, acorralado por las presiones y acosos que sus agresores sexuales ejercían sobre él,  tomó la fatal decisión de quitarse la vida. "Lo presionaban con divulgar una supuesta homosexualidad a todos sus amigos de colegio y hacerlo público por Internet". Metodología que se repite con cada víctima. "Salven a todos los niños que pidan ayuda porque la indiferencia te hace cómplice", alertó el profesional.

Mariana Dufour

Comunciadora Social


 

Claudia Quintero

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